Tras imponerse a la Cultural y Deportiva Leonesa, el UEMC Baloncesto Valladolid afronta sin apenas respiro el último compromiso del año, la visita del Cáceres Patrimonio de la Humanidad este sábado a las 19:00 horas en Pisuerga. David Barrio analizó en la previa el estado físico del equipo, la incorporación de Antón Bouzán y la exigencia del rival.
Sobre la llegada del nuevo exterior, el técnico fue claro al señalar la necesidad inmediata: «Lo más importante que nos tiene que dar Antón es el día a día, porque es donde más estamos sufriendo». Barrio destacó su amenaza ofensiva y su rápida adaptación: «Es un jugador cuya principal característica es el tiro exterior» y subrayó que «en el viaje desde Zamora a Valladolid ya se sabía el playbook». Con apenas dos entrenamientos, confía en que pueda ayudar desde ya: «Confiamos en que pueda estar en el campo el sábado y darnos esa rotación más».
En cuanto al estado físico, la preocupación sigue siendo evidente tras la carga de partidos: «Pablo Marín está vivo, que no es poco», bromeó, antes de matizar que irán «con un poquito de calma con él». También dejó en el aire la evolución de Iñaki, reconociendo que «quizás un poquito justos para recuperar», aunque se mostró optimista.
La planificación no variará pese a la intensidad del último encuentro: «Sabiendo que vamos a jugar cinco partidos en 14 días, la idea era exactamente esta», explicó, priorizando la recuperación y una preparación exprés del choque.
Del rival, Barrio no escatimó elogios y advirtió del nivel del conjunto extremeño: «Cáceres es una de las mejores plantillas de la competición» y consideró que «la situación clasificatoria no hace justicia a la plantilla que tienen». Destacó nombres propios como Leveque, «posiblemente el mejor cinco de la competición», y recordó su peligrosidad a domicilio: «Vienen de ganar en Córdoba, que es el único equipo que lo ha hecho y además muy solventemente».
