El Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Valladolid acogió este martes la presentación del Fanatic Mini Valladolid 2025, uno de los eventos más esperados del baloncesto formativo en Castilla y León. La cita se celebrará el sábado 25 de octubre en el Polideportivo Pisuerga, donde se darán cita más de 420 niños y niñas de entre 8 y 11 años, repartidos en 36 equipos procedentes de todos los rincones de la comunidad.
En el acto estuvieron presentes la concejala de Deportes y Participación Ciudadana, Mayte Martínez; el presidente de la Federación de Baloncesto de Castilla y León (FBCyL), Óscar Castañeda; el vicepresidente y delegado provincial, Samuel Puente; y Pablo Villa, director de Estrategia e Inversión en Promociones Cavidel, empresa colaboradora del evento.
Durante la presentación, se destacó la relevancia del Fanatic Mini como punto de encuentro y convivencia para los más jóvenes, fomentando los valores del deporte y el espíritu de equipo. Además, para muchos de los participantes supondrá el estreno oficial de la temporada, una oportunidad ideal para retomar sensaciones tras el verano.
La concejala Mayte Martínez subrayó que «esta es una actividad de promoción muy importante en la Federación, en la que el componente lúdico, social y educativo es fundamental». También quiso reconocer la labor de la Federación y el compromiso de los patrocinadores.
Por su parte, el presidente de la FBCyL, Óscar Castañeda, destacó que «aquí lo que menos importa es el resultado, lo importante es la participación de los niños. Para la Federación es el evento más importante que tenemos en promoción». Castañeda añadió una imagen que resume el espíritu del torneo: «Algunos padres nos dicen que la noche antes es como la noche de Reyes, porque muchos de estos pequeños es la primera vez que salen de casa a competir».
El Fanatic Mini Valladolid 2025 está dirigido a equipos alevines de primer año (nacidos en 2015) y benjamines (nacidos en 2016 y 2017), que disputarán dos partidos durante la jornada. Todos los participantes recibirán un obsequio conmemorativo del torneo, como recuerdo de una jornada que, más allá de la competición, busca celebrar el crecimiento del baloncesto de base en Castilla y León.