El vallisoletano Iván Romeo, una de las grandes irrupciones del ciclismo español en los últimos años, fue el protagonista del vigésimo Desayuno de la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid (APDV). A sus 22 años, el corredor del Movistar Team compartió impresiones, experiencia y proyección futura ante una sala que registró la mayor asistencia de esta edición, acompañado por el periodista Javier Ares.
Romeo, formado entre Arroyo de la Encomienda y Laguna de Duero, llega a este final de 2025 con un palmarés en pleno crecimiento, tras firmar tres triunfos de peso: el campeonato de España en ruta y victorias de etapa en la Vuelta a Valencia y el Dauphiné, donde incluso llegó a vestirse de amarillo. Además, completó su primer Tour de Francia, un debut que calificó como «un aprendizaje más», recordando una fuga con Wout van Aert en la que lamentó haber sufrido una caída: «De no haberme caído creo que hubiera ganado».
El corredor defendió su perfil polivalente y su ambición. «No me gusta encasillarme en un rol», afirmó. «Creo que puedo hacer buenas generales en vueltas de una semana y buscar etapas en las grandes vueltas». Una visión que fue refrendada por Ares, para quien Romeo «es un corredor muy necesario para el ciclismo en España, muy versátil» y, sobre todo, «un ganador».
El excampeón mundial sub-23 también destacó el papel de la familia y su entorno. Recordó su paso por el equipo estadounidense Hagens Berman Axeon, donde aprendió inglés al ser «el único español» del grupo, y la importancia de los meses de trabajo silencioso previos a la competición: «Son unos ochenta días de competición y más de doscientos cincuenta fuera de casa, pero soy un privilegiado porque mis mejores amigos son ciclistas».
Romeo compartió su admiración por clásicos como el Tour de Flandes, donde vivió un ambiente «de otro nivel», y admitió la dificultad de competir en una generación con figuras como Pogacar, Evenepoel o Van der Poel: «Es mejor para el ciclismo, y malo para los que quieran ganar el Tour en los próximos cuatro o cinco años».
El encuentro, moderado por José Miguel Ortega, reflejó el creciente interés que despierta Romeo en el panorama nacional, consolidándose como uno de los nombres propios del ciclismo español de los próximos años.






