El Real Valladolid se prepara para un duelo trascendental este sábado 15 de marzo en Zorrilla frente al RC Celta de Vigo. Consciente de la situación del equipo, Álvaro Rubio ha hecho un llamamiento a la confianza y el esfuerzo colectivo para revertir la dinámica negativa: «Nuestro objetivo es conseguir una victoria que es algo que llevamos persiguiendo y nos merecemos, y la intención es que la afición se vaya orgullosa de su equipo, pase lo que pase, pero sí es con victoria mejor».
Tras la derrota en Valencia, Rubio ha trabajado en levantar el ánimo de la plantilla. «Son momentos duros de mucha frustración, había que levantarles el ánimo, ese día es complicado, pero sabiendo que la intención y el esfuerzo están ahí por parte de los jugadores», explicó. El entrenador blanquivioleta reconoce la carga emocional que arrastra el vestuario: «Queremos sacarlo adelante, pero no sabes cómo, en momentos de igualdad, la balanza siempre cae del otro lado y eso provoca esos sentimientos que hay que intentar cambiar durante la semana».
El rival no lo pondrá fácil. «El Celta viene en un estado que es de lo mejor que he visto en los últimos años, mucha confianza, haciendo las cosas muy bien, una mezcla de jugadores con experiencia y otros con mucha juventud que les da mucha fuerza». Sin embargo, Rubio y su cuerpo técnico han trabajado a conciencia para buscar fisuras en el cuadro celeste: «Trabajar durante la semana viendo al rival, viendo cómo podemos frenar ese potencial tan grande, es un partido difícil, pero a ver si lo podemos plantear bien y llevar a cabo el plan de partido».
En cuanto a la plantilla, el técnico confirmó las bajas de jugadores clave como André Ferreira y Aidoo, y también descartó a Henrique Silva, recién llegado y en proceso de puesta a punto. Sobre la polémica en torno a Cenk, Rubio zanjó cualquier duda: «Tengo cero dudas, es un jugador superprofesional que entrena todos los días al 100%, me duele esta polémica».
El optimismo, sin embargo, también se ha reforzado con la reciente visita del presidente Ronaldo Nazário: «El mensaje que nos transmitió es de confianza y ha tenido un impacto muy positivo en los jugadores».