El Caja Rural Aula Valladolid no pudo traerse nada positivo de una de las pistas más complicadas de la Liga Guerreras Iberdrola. Las vallisoletanas cayeron ante el Atlético Guardés en A Sangriña en un choque que las gallegas dominaron desde el primer minuto. A las vallisoletanas les costó frenar el ataque de las locales, donde casi todas las jugadoras sumaron, lo que dificultó que el equipo blanquiazul pudieran acercarse en el marcador en los momentos clave del encuentro.
Y es que blanquiazules acusaron su mal comienzo y se vieron lastradas por el parcial de 3-0 que recibieron en los primeros tres minutos de partido. Y es que Salva Puig se vio obligado a pedir tiempo muerto cuando apenas habían transcurrido 180 segundos de encuentro.
Ese parón ayudó a que las vallisoletanas empezaran a defender mejor y cortaran la sangría de esos primeros instantes gracias a la aportación de Savina Bergara y Sandra Monteagudo en ataque. Así las visitantes consiguieron llegar al minuto 10 solo dos goles por detrás en el marcador (6-4). Pero las gallegas empezaron a imponer su ritmo a partir de ese momento y en el ecuador de la primera mitad ya dominaban por cinco goles (10-5).
Esa diferencia ya no bajó de cuatro goles, con las vallisoletanas tratando de no irse del encuentro y aferrándose como podían en medio de la vorágine local. Al descanso se llegó con una cómoda ventaja para el Atlético Guardés (17-13), que había sabido llevar el encuentro a su terreno, con buenos ataques y una defensa sólida en los momentos clave.
Algo cambió tras el descanso. Salva Puig combinó la defensa 6:0 con el 5:1 para crear dudas en un ataque gallego que hasta ese momento apenas había dudado. Y lo consiguió. Las blanquiazules consiguieron robar, correr y hacer que las locales titubearan para ponerse a solo dos goles (17-15, 39:38). Fue entonces cuando Ana Senabra paró el partido para poner orden entre las suyas, que entendieron el mensaje y se volvieron a ir cuatro arriba (19-15, min. 42) de la mano de los errores de las vallisoletanas, que cometieron dos faltas en ataque consecutivas que permitieron goles fáciles de las gallegas.
Ese fue un momento clave en el encuentro, ya que las blanquiazules habían conseguido que el Atlético Guardés perdiera varios balones en ataque, algo muy poco habitual en las gallegas, pero de nuevo errores consecutivos en ataque impidieron que las de Salva Puig pudieran acercarse más en el marcador. Y ahí murió el encuentro. A las vallisoletanas les faltaron fuerzas para tener un segundo arreón que pusiera en dificultades a las locales y el choque terminó con una cómoda victoria para el Atlético Guardés.
Ahora las vallisoletanas piensan ya en el importantísimo partido de este sábado ante Morvedre (Huerta del Rey, 19:00), en el que necesitan volver a la senda de la victoria.
Ficha técnica
(32) Atlético Guardés: Sabina Mínguez (portera), Cecilia Cacheda (3), Cristina Cifuentes (3), Elena Martínez (5), Carme Castro (2), María Sancha (3), Jazmín Lucero (1) -siete inicial- Ariana Portillo (2), Blazka Hauptman (3), Lorena Téllez (-), María Palomo (3), Rosane Serrano (3), Ania Ramos Reyes (2), Anouk Nieuwenweg (2) y Amandine Audrey(portera)
(21) Caja Rural Aula Valladolid: Marisol Carratú (portera), Sandra Monteagudo (4), Nerea Patiño (1), Kadi Jallow (1), Savina Bergara (5), Angie Zürni (1), Inoa Lucio (1) -siete inicial- Carmen Benítez (portera), Mary Rodrigues (-), Mónica Gutiérrez-Paris (1), Jimena Arriaga (-), Naroa Baquedano (1), Amaia G. de Garibay (-) y María Guerra (-).
Parciales cada 5 minutos: 5-1, 6-3, 10-5, 11-7, 13-9, 16-11 (descanso), 17-13, 18-15, 22-16, 25-18, 27-20 y 32-21.
Árbitros: José Carlos Friera Cavada y Andrés Rosendo López. Excluyeron a Blazka Hauptman (27:44) y a María Palomo (47:08) por el Atlético Guardés; y a Angela Zürni (29:49) y Kadi Jallow (49:33).
Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de la Liga Guerreras Iberdrola jugado en A Sangriña.
