El Caja Rural Aula Valladolid se marcha más que contento de Lisboa, donde se ha enfrentado en un doble duelo al Benfica, un equipo con una enorme capacidad física y técnica. En el partido de esta misma mañana las blanquiazules han peleado hasta los últimos minutos sin casi tiempo de recuperación para acabar perdiendo por cuatro goles (35-31).
La mejor noticia es que el equipo ha sabido competir en los momentos complicados, cuando los fallos en el lanzamiento han lastrado el buen juego de las blanquiazules. Precisamente, esos errores y los aciertos en la portería portuguesa, impidieron que el Caja Rural Aula Valladolid pudiera haber sumado una victoria al buen juego exhibido en el pabellón da Luz.
La mejor noticia para Salva Puig es que las rotaciones están funcionando, lo que permite un mayor reparto de los minutos y llegar con las piernas más frescas a los últimos momentos del encuentro. Al descanso, las portuguesas lideraban por 20-15.
La vuelta de los vestuarios permitió que el entrenador catalán insistiera en mezclar el 6:0 con el 5:1 para intentar crear dudas en el rival. Si en el primer partido ante el Benfica el peso goleador recayó en la primera línea, esta mañana los seis metros también han sabido coger protagonismo. Tanto Kadi Jallow (3) como Savina Bergara (4) acompañaron a la perfección a las lanzadoras. También asumieron su papel las extremos, con Inoa Lucio (3) y Amaia G. de Garibay (5) como puntales del juego coral.
El partido ha vuelto a dejar buenas sensaciones entre las blanquiazules, que siguen creciendo física y tácticamente, y que ya tienen la cabeza puesta en el próximo amistoso, que será este domingo desde las 20:00 ante La Rioja.