El Fundación Aliados ha cerrado su pretemporada con una derrota ante Bidaideak Bilbao en el pabellón de Villalón de Campos, en un partido muy igualado, que se rompió en los cinco últimos minutos, en los que los vascos aprovecharon el cansancio de los vallisoletanos para añadir puntos a su casillero y dejar el tanteo en el definitivo 63-77.
Un marcador que no responde a lo visto en la cancha de esta localidad vallisoletana cuyo alcalde, José Ángel Alonso, presenció el choque, puesto que el cuadro morado supo mantener el tipo ante un rival de grandísimo nivel, que sigue comandado por el incombustible Asier García.
Y lo hizo con la baja de Matías Méndez, uno de los destacados en esta fase de preparación, y con Adrián Pérez entre algodones, lo que se notó en esos compases finales, en los que la mayor amplitud de banquillo visitante decantó la balanza de su lado. Simon Brown, el hasta ahora único fichaje del Fundación Aliados, debutó con la camiseta morada, demostrando su calidad, su entrega y su profesionalidad sin límites, que va a dar muchas alegrías a los de José Antonio de Castro este curso.
Pasó factura la intensa mini concentración realizada en Medina de Rioseco durante tres días, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de este municipio, cuyo regidor, David Esteban, también se acercó a los entrenamientos para mostrar su apoyo al equipo. Mucha carga de trabajo que, junto a las bajas -faltaba también Lucas Müller-, influyó en el resultado final de este último compromiso de pretemporada, que ha dejado muy buenas sensaciones y un balance «muy positivo», según ha confirmado el técnico vallisoletano, José Antonio de Castro.
El próximo sábado, 1 de noviembre, ya comienza una nueva campaña, en la que el Fundación Aliados quiere seguir creciendo, y que le enfrentará al todopoderoso Amiab Albacete en ese debut liguero, para iniciar la competición en casa, el día 8, ante Mideba Extremadura.
