Llega una jornada más de la Liga Femenina 2, la octava ya de campeonato, y con ella una nueva oportunidad para Ponce Valladolid de darle la vuelta a la situación que atraviesa. El domingo (12:30) frente a Port Management Andraxt volverá a saltar a la cancha buscando una victoria que se le resiste desde la primera jornada. Un triunfo que, más allá de la clasificación, cada vez es más necesario para cambiar la trayectoria y recuperar la confianza.
El camino recorrido por Ponce en este primer tramo de la temporada ha sido realmente complicado. Enfrentándose a rivales de la parte alta de la tabla, todos ellos en casa, solo ha conseguido una victoria, en la jornada inaugural. Desde entonces, todos los triunfos se han escapado del Pilar Fernández Valderrama. Y de hecho, todos han sido peleados, ninguno por más de diez puntos y con la sensación de haber podido competir por la victoria. Sin embargo, esas buenas sensaciones en casa, a pesar de las derrotas, se han convertido en malas fuera de casa, frente a rivales más de la parte baja de la clasificación.
Una mezcla de resultados que sitúan a las vallisoletanas en penúltimo lugar, con un único triunfo y a una victoria del pelotón que marca la permanencia. Con más de la mitad de temporada por delante, la clasificación de momento es anecdótica, pero sí un reflejo de las dificultades que está atravesando Ponce Valladolid. Recuperando ausencias, con la vuelta de Yohanna Morton, aún quedan jugadoras lesionadas que complican más la tarea.
Enfrente esta jornada estará Port Management Andraxt. El conjunto balear ha tenido un buen arranque de temporada, venciendo a esos rivales directos por la permanencia y siendo un conjunto sólido en la categoría. Con cuatro victorias y tres derrotas, están en una cómoda séptima posición que les afianza en la parte media, mirando hacia arriba. Llegan, además, de vencer a Tordera Blanes por tan solo tres puntos a domicilio, en una importante victoria. Eso sí, en casa tan solo han logrado un triunfo, cayendo frente a BFL y Unibasket.
En definitiva, un rival complicado, que ha conseguido hasta cuatro victorias y se ha mostrado como un equipo muy competitivo, capaz de competir a cualquiera y con jugadoras muy decisivas, aunque con una rotación algo más corta. Un conjunto, el mallorquín, que se presenta como una nueva prueba complicada para Ponce Valladolid, que busca de nuevo, esta vez a domicilio, ahuyentar los fantasmas que le están atormentando en este inicio de curso y regresar a la senda de la victoria.
