Semana muy movida en el Estadio José Zorrilla. El Real Valladolid viene de perder en Ferrol y encadena cuatro meses sin ganar y la afición, harta de la mala imagen fuera de casa, pide la destitución de un Pezzolano que ha pasado la semana, en el plano personal y profesional, como siempre, «bien», pese a que los resultados no acompañan. «Cuando pasan las cosas que no queremos que pasen, como en el partido anterior, hay que hacer mucha autocrítica, humildad y sacar esto adelante. Desde el primer minuto del partido anterior, ya pensando en este partido que viene, que estamos en casa, que acá somos fuertes, que tenemos que ir mejorando muchas cosas e ir para adelante».
Qué le falta al equipo para ser fiable y que pueda ser candidato a ascender, además de no fallar fuera de casa. «Nos está costando fuera de casa, sin duda. Hoy día tenemos 14 victorias, once derrotas y nueve fueron fuera de casa. Es algo que preocupa, que tenemos que mejorar. Obviamente tenemos que encontrar esas victorias si queremos conseguir el objetivo».
Sobre el rival, «tenemos un rival durísimo en casa. Ellos son muy buenos fuera de casa y nosotros somos buenos de local. Va a ser un buen partido y dar lo mejor de nosotros y seguir subiendo de tres en tres en casa, que es fundamental y después mejorar lo que viene». «Es un equipo muy duro, juega muy bien con balón, un juego posicional, es muy vertical por momentos y deja espacios a las dos espaldas. Es un equipo con buenos jugadores».
¿El equipo se ha aislado del ruido de la semana? «Ruido hay siempre. En todos los clubes que tienen que conseguir objetivos claros, siempre hay ruido. Fue mal partido y eso genera y lo viene generando desde el principio. Obviamente se vienen fases decisivas y el ruido cada vez es más grande. Nosotros tenemos que tener mucha humildad, autocritica y trabajar de puertas para dentro».
Sobre si Pezzolano es capaz de digerir el entorno negativo que hay en contra. «Eso va mucho en la personalidad de cada uno. Estoy tranquilo por el vestuario que tenemos, por cómo se viene trabajando. El dolor más grande del partido anterior es porque fue una semana muy buena. Entonces nos quedó doble dolor porque en ese juego no salió nada de lo que pretendíamos».
Si le puede costar el puesto de trabajo si no gana al Éibar. «El puesto de trabajo siempre puede costar como entrenador, más si no ganas y en un equipo que tiene que ascender. Es fútbol. No solo trabajamos pensando en lo positivo, lo que va a pasar ganando este partido y lo que va a pasar ganando al otro equipo en casa y lo que lo que tengo que mejorar afuera. Eso es lo que te va pasando por la cabeza y siempre mirando para adelante».
Respaldo del club. «Desde que llegamos. No creo en el respaldo del club que sale para afuera a decir que confiamos en el míster. Yo creo en la autocrítica interna. En trabajar en lo que somos. Eso creo yo y eso es el fútbol»,
¿Puede ser Pezzolano entrenador el lunes si no se gana al Éibar? «Ningún entrenador lo sabe. Ojalá que si porque las cosas se están haciendo muy bien internamente. Nada más tenemos que conseguir los resultados, tenemos que ganar y mejorar».
Sobre las pitadas al inicio del partido. «Quieren ganar. Obviamente nosotros estamos con ese debe. Ellos reclaman y nosotros ahora a pensar en hacer un buen trabajo y esperemos contagiar desde el minuto 0 y lograr que la afición se siente identificada, que por momentos se siente, pero vienen con un dolor de querer sumar de tres puntos».
Ahora llegan dos partidos en Zorrilla. «Tenemos que ganar este partido, después el que viene y más adelante afrontar todo lo otro, que obviamente tenemos que un debe muy grande».