Álvaro Rubio no se esconde. En una semana marcada por el ruido exterior y la resaca emocional de la dura derrota ante el Getafe, el entrenador del Real Valladolid compareció en rueda de prensa con un mensaje claro: «Estoy con mucha fuerza y energía para seguir adelante», aseguró con convicción, en medio de un clima adverso para el equipo.
Rubio asumió sin rodeos la responsabilidad del mal partido en Zorrilla: «No salimos con la tensión necesaria. Los jugadores lo saben perfectamente». La autocrítica fue el primer paso en una semana de trabajo enfocada en recuperar la confianza del vestuario y reactivar la competitividad: «Hemos visto imágenes, hablado mucho… Queremos salir con otra actitud».
El equipo visitará este lunes al Atlético de Madrid, en un escenario que se presenta como una montaña por escalar. «El fútbol tiene esas cosas. A veces sorprende. Hemos trabajado para competir y usar nuestras mejores armas», afirmó el técnico blanquivioleta, apelando al espíritu combativo del grupo.
Gestión interna y futuro
La rueda de prensa también sirvió para aclarar asuntos internos. La polémica con Luis Pérez y Latasa, tras su encontronazo en el banquillo, ha sido gestionada dentro del vestuario. «Cometieron un error muy grave y lo saben. Tuvieron que pedir perdón a la plantilla. Ese no es el camino», explicó Rubio, dejando claro que la disciplina y el respeto son innegociables.
Sobre la reciente reunión entre los capitanes y el director general, el entrenador valoró positivamente la implicación de todos los estamentos del club: «Me parece bien que el mensaje llegue desde todas las partes. Refuerza la idea de unidad».
Respecto a posibles incorporaciones del filial, como Maroto, Rubio no cierra puertas: «Si creo que un jugador del Promesas puede ayudarnos, por supuesto que va a estar».
Convocatoria en el aire y bajas confirmadas
El técnico confirmó las ausencias de Karl Hein y Mario Martín por lesión y sanción, respectivamente, y dejó abierta la convocatoria hasta el último entrenamiento: «Me gusta que haya tensión hasta el final. Mañana decidiré». El equipo llega al Metropolitano rodeado de dudas y críticas, pero Rubio no pierde el foco: «Tenemos que aislarnos del ruido. Hay mucho alboroto y eso no es bueno para nosotros».