Año nuevo, vida nueva para el UEMC Real Valladolid. El amargo final de temporada, que concluyó con un terrible récord de diez derrotas seguidas y un barrido por parte de San Pablo Burgos en los play offs, terminó por cobrarse la cabeza de Paco García, a pesar de tener contrato con la entidad blanquivioleta hasta 2025.
Una semana después de la salida del técnico vallisoletano se confirmó la llegada de Lolo Encinas al banquillo de Pisuerga, algo que supone, sin lugar a dudas, un cambio radical de rumbo para el UEMC y el inicio de una nueva era para el club vallisoletano.
El entrenador vasco era, posiblemente, la mejor opción que podían manejar en el Valladolid gracias a su gran experiencia como asistente de Pablo Laso o Sito Alonso y su excepcional labor, ya como primera espada, en LEB Oro, donde sus dos grandes campañas al mando de Guuk Gipuzkoa Basket le valieron para ser el entrenador del San Pablo Burgos esta temporada, dirigiendo a los del Coliseum hasta el 30 de marzo, cuando fue despedido con el equipo ocupando la segunda plaza de la clasificación.
Volviendo a Valladolid, este movimiento supone una ruptura con lo establecido en el cuadro pucelano desde su refundación en 2015. Y es que, en estos casi diez años de existencia, la dirección deportiva encabezada por Pepe Catalina ha apostado por entrenadores vallisoletanos la mayoría de ocasiones, por lo que la llegada de Encinas supone una novedad para el Pucela Basket.
Además, el otro gran cambio se da en el estilo que propondrá el nuevo Real Valladolid Baloncesto, pasando del juego defensivo y táctico de Paco García al baloncesto que promulga Lolo Encinas, que en palabras del míster vasco se basa en «jugar más en transición, dar libertad al jugador en llegada, tiro mucho de tres y si un tirador está solo, tiene que hacerlo. Juego un poco así, abierto, dinámico. Los niños quieren ver puntos, si queremos traerlos, me gusta que la gente se divierta y jueguen corriendo».
La confección de la plantilla debe contar con el condicionante de que el presupuesto para esta temporada 2024/2025 será menor que el año pasado. Además, el no ascenso de San Pablo Burgos y Estudiantes, sumado al descenso de Zunder Palencia y Monbus Obradoiro, ha elevado todavía más el nivel de la categoría de plata del baloncesto español y la lucha por firmar jugadores de garantías se tornará más complicada, por lo que es probable que se apueste por mantener el bloque de esta campaña en Pisuerga, aunque adaptándolo a las exigencias de estilo del nuevo coach.
¿Qué se necesitará?
El puesto de base ha sido la principal fuente de problemas en el equipo vallisoletano esta temporada. Primero, Sergi Costa, que fue fichado como “1” suplente en verano, fue incapaz de responder a las expectativas y fue cortado en febrero, para ser sustituido por el lituano Martynas Zigmantavicius, que, junto a su compañero de posición, Mike Torres, ha sufrido un final de temporada totalmente aciago a causa de las lesiones.
Sin embargo, si los problemas físicos les respetan, ambos podrían entrar en los planes de Encinas al ser jugadores con una importante vocación ofensiva, siendo muy agresivos en penetración y que, en el caso de Torres, no desentona desde el triple, firmando un 34% de acierto este año.
Con los escoltas sucede algo similar, ya que dos de los tres exteriores tienen un carácter ofensivo bien marcado. En el caso de Schmidt, el jugador ha sido la estrella este año, firmando los mejores números de su carrera, promediando 18,2 puntos en temporada regular.
No obstante, sus problemas extradeportivos y su decepcionante actuación en play off, sumado a que Lolo Encinas comentó en su presentación que no quiere depender de un único jugador, todo parece indicar que el americano abandonará Pisuerga.
Su suplente, Maj Kovacevic ha completado una buena temporada y su rol como especialista tirador puede ser de gran utilidad para el nuevo Valladolid. Distinta es la situación de Jaan Puidet, ya que el estonio es un defensor nato y en principio podría no encajar en los planes de Encinas, pero su condición de multiusos y su experiencia en la categoría, junto con la identificación que tiene con Valladolid, hacen que su continuidad sea lógica.
La posición de alero ha sido la más débil a lo largo del curso y puede ser la que más cambios sufra de cara al próximo año. Ni Romaric Belemene ni Juan García-Abril son jugadores capaces de anotar con regularidad, con unos promedios de 3,4 y 2,8 puntos respectivamente. A pesar de que la estancia de Belemene en Pisuerga sea aún un misterio, la progresión y el crecimiento que puede tener el canterano vallisoletano hacen pensar que García-Abril seguirá unido al UEMC.
Entrando en los interiores, la parcela de ala-pívots también parece que sufrirá modificaciones en este mercado estival. De los cuatro jugadores disponibles en el “4”, tanto Herve Kabasele como Jaime Fernández han dejado malas sensaciones durante todo el año ya que, mientras que Kabasele no pudo reincorporarse a la dinámica hasta febrero, Fernández no ha sido capaz de dar el salto de calidad que se esperaba de él tras su gran año en Almansa, aunque su buena mano desde la 6,75 puede ser algo determinante para Encinas con respecto a su continuidad o no.
El ala-pívot que parece más cercano a seguir es el gran capitán Sergio de la Fuente que, a pesar de que su contrato finaliza este junio, escuchará la propuesta que el club le ofrezca para continuar de blanquivioleta. Finalmente, con Iñigo Royo se entiende que el club le mantendrá en plantilla durante su periodo de recuperación de su lesión en el peroné, que aún le mantendrá unos meses alejado de las pistas.
Por último, los dos pívots con los que cuentan las ardillas pueden ser pilares fundamentales para el juego de Encinas. N´Guessan y especialmente Nwogbo han demostrado su capacidad ofensiva y su finalización por encima y cerca de canasta, firmando casi 19 puntos, si combinamos sus estadísticas. El buen cartel con el que ambos cuentan en la categoría puede ser un problema a la hora de retener a los dos “5”.
A pesar de que todavía quedan más de tres meses para que empiece la nueva temporada y se resuelvan todas las dudas que conciernen a la plantilla vallisoletana, la piedra angular de la nueva era en Pisuerga ya ha llegado y se llama Lolo Encinas.