No hubo sorpresa en el Coliseum de Burgos; el San Pablo arrolló a un Real Valladolid indefenso y coloca así el 2 a 0 en la serie de play-off. Ahora, la eliminatoria viaja a Valladolid, donde los locales tendrán que tirar de heroica para igualar las fuerzas y forzar un cuarto partido en casa ante un rival que ya suma 9 triunfos consecutivos y no piensa parar hasta lograr su objetivo: el ascenso a Liga Endesa. Sin embargo, las ardillas no han dicho aún su última palabra y quieren regalar a su afición una victoria, o incluso las dos necesarias para seguir con vida, para dar por concluidos los partidos en Pisuerga esta temporada.
Como avisaba Paco García en la previa de los dos primeros duelos ante San Pablo, los aspectos a mejorar para su conjunto eran básicos: las pérdidas, los tiros libres y el rebote, los tres ha sufrido una ligera mejora; promediando una media de 17,5 balones perdidos, un 74% desde la línea de personal y en cuanto a los rebotes, el promedio ha sido de 33 capturas. No obstante, las abultadas derrotas por 22 y 30 puntos respectivamente han llegado a causa de los terribles porcentajes de tiro del UEMC, que han sido de 49% en tiros de dos y de un 15,85 desde el triple.
Los constantes fallos de los visitantes fueron aprovechados por un Burgos que siempre que tuvo oportunidad hizo daño, especialmente desde la línea de 6,75, firmando un 37,5% en 32 intentos durante el primer partido y un 46,2% en 26 tiros de larga distancia en el segundo encuentro, alcanzando una media de 86 tantos, algo inalcanzable para un equipo tan mermado como el Valladolid, que no ha podido contar con Mike Torres, descartado para toda la temporada a causa de sus molestias en el pie, al igual que Iñigo Royo, en proceso de recuperación tras pasar por quirófano en febrero.
Por si estas bajas no fueran suficientes, en el encuentro de este viernes tampoco serán seleccionables Martynas Zigmantavicius, todavía resentido de su hombro, ni Juan Lambás, ausente por un compromiso familiar. Todo esto hace indicar que los jugadores encargados de asumir la tarea de los bases serán Jaan Puidet y un Devin Schmidt que está siendo la principal decepción de los play-off en clave Valladolid, aportando tan solo siete puntos de media. En el lado burgalés, las bajas en la posición de “1” en su rival han sido aprovechadas a la perfección, siendo todo un puñal desde el tiro de tres y haciendo que su batería exterior se crezca, como ha sido el caso de Speight, autor de 15 puntos y 6 asistencias en el segundo partido de la serie o Gonzalo Corbalán, que firmó 17 puntos en el primer duelo ante los pucelanos. Todo esto a pesar de la baja de Miha Lapornik, al que ya esperan para el tercer partido.
El partido tendrá lugar este viernes a las 20:45 y se podrá seguir a través de LaLiga +.