El pasado sábado, el Real Valladolid Baloncesto realizó uno de sus mejores partidos de toda la temporada, venciendo por 91 a 84 al San Pablo Burgos en el derbi autonómico y desplegando un gran juego colectivo y forjado desde una gran actuación defensiva. Con ese triunfo, el decimoctavo de la campaña y la número siete en los últimos ocho partidos, los blanquivioletas escalaban una posición y se situaban séptimos, acercándose a tres victorias del liderato, ocupado por Leyma Coruña, a dos de Tizona, actual segundo clasificado y a solo un punto de los equipos que ocupan de la sexta a la tercera plaza, entre los que se encuentra el siguiente rival de las ardillas, el ICG Força Lleida.
A pesar de que los catalanes perdieron en su visita a Pisuerga en la primera vuelta, allá por el mes de noviembre, el Força Lleida está cumpliendo con lo esperado para su temporada y solo ha cedido otras siete derrotas a lo largo de la temporada, encontrándose en sexta posición y habiendo asegurado de forma virtual su presencia en los play-off.
Por si esto no fuera suficiente como para que los castellanos se mentalicen de la dificultad del partido, cabe destacar que los de Gerard Encuentra también llegan en un gran estado de forma, habiendo sumado el mismo número de triunfos que los vallisoletanos en sus últimos ocho partidos y habiendo convertido a su pabellón, Barris Nord, en todo un fortín en el que solo han podido pescar Tizona y Coruña durante la temporada.
Si nos fijamos en las estadísticas, podemos confirmar que el cuadro leridano es uno de los más sólidos de toda la LEB Oro. Por ejemplo, el Lleida es el segundo equipo que menos puntos encaja, solo por detrás de Hestia Menorca, con 75,6 por partido. A esto le suma también una gran solidez en los rebotes, capturando 33,4 por choque, lo que les sitúa como el tercer mejor equipo de toda la categoría. Por último, debemos mencionar la gran capacidad de los catalanes para pasar el balón, firmando 17,7 asistencias por partido, la segunda mejor marca de la liga. Si nos fijamos en la plantilla de los catalanes, ninguno de sus jugadores destaca numéricamente por encima de otro, dando una prueba más del juego coral desplegado por los de Gerard Encuentra.
Sin embargo, son muchos los jugadores a los que la defensa castellana deberá vigilar para tener opciones de llevarse la victoria. Entre ellos se encuentran el dúo de escoltas, Kenny Hasbrouck y Jaume Lobo. Con unos promedios anotadores de 12,4 y 10,6 respectivamente, son dos de las principales armas de los de burdeos. Siguiendo con las parejas, el puesto de “1”, Força Lleida tiene en Nacho Arroyo y Rafa Villar dos de los bases jóvenes más interesantes de toda la LEB Oro.
Mientras que el chileno de 24 años está teniendo su mejor temporada, firmando 8,3 puntos y 3 asistencias en solo 20 minutos de juego, Villar, cedido por el Barça, se está consolidando como una de las grandes apuestas nacionales como director de juego y es que el internacional español aporta a su equipo casi siete puntos y 2,8 asistencias, teniendo 10,5 puntos de valoración. En los aleros también tienen una gran dupla, contando en plantilla con el portugués Miguel Britos, que actualmente promedia 7,5 puntos y 3,2 rebotes, y Đorđe Simeunović, aportando 7,2 tantos en un muy buen 61% en tiros de 2, y 4 rebotes en los 27 partidos jugados.
Finalmente, los leridanos cuentan con una importante batería de jugadores interiores, como Kur Kuath o David Krutwig. El sudanés está cerca de los diez puntos por duelo en un 60% de tiros de campo, a los que suma 5,4 rebotes. Junto a él, Krutwig es uno de los mejores reboteadores de la categoría, teniendo unos promedios de casi dos rebotes ofensivos y 6,7 en total. De cara a recibir a los blanquivioletas, los catalanes no tendrán ninguna baja.
Por el lado de los visitantes, la reciente victoria frente a Burgos no ha hecho más que confirmar el espectacular estado de forma de los de Paco García, que ha conseguido trasmitir a sus jugadores la ideología de intensidad defensiva que ya les ha hecho ganar un importante número de partidos este año.
Además, a esto se le suma una serie de factores como el buen estado físico que ha alcanzado el equipo, que ya no cuenta con ninguna baja desde la lesión de Iñigo Royo o la recuperación de un Mike Torres que ya está alcanzando de nuevo el gran nivel de principio de temporada, a lo que se suma el gran encaje que ha tenido con Zigmantavicius, que ha caído de pie en Pisuerga y ya se ha asentado como base suplente.
Con respecto al choque, el entrenador castellano ha comentado que el equipo debe de “esperar el momento. Lo hicimos muy bien el otro día. Aguantar el tirón de un San Pablo tremendo que estuvo excelso en la primera mitad, hacemos un esfuerzo muy grande para no salirnos y mantener el tipo, y esperamos nuestro momento. Y cuando apareció lo aprovechamos francamente bien. Lo tenemos que buscar en Lleida, un ambiente duro. No permitir parciales grandes, sus buenos anotadores van a aparecer”.
El partido tendrá lugar este viernes a las 21:00 y se podrá seguir a través de LaLiga +.