La crisis ha llegado de forma oficial a Pisuerga. La cuarta derrota en cinco partidos llegó tras otro encuentro en el que las ardillas, acuciadas por las lesiones, no encontraron su ritmo y fueron anticompetitivos en varios tramos del mismo, perdiendo la batalla de los rebotes y no siendo capaces de alcanzar los setenta puntos a favor. Los veinte puntos y cuatro asistencias de Schmidt fueron insuficientes, al igual que los otros cuatro rebotes capturados por De la Fuente y N`Guessan.
En el día del regreso al parqué de Herve Kabasele tras casi un año lesionado de su rodilla derecha, el partido arrancaba con un buen Real Valladolid en ataque, anotando en sus primeros ataques pero al que le costó frenar a Alicante al otro lado de la pista. Ante la baja a última hora de Nwogbo, Lucas N`Guessan asumió galones y sus puntos bajo el aro fueron capitales para seguir el alto ritmo impuesto por los visitantes, que tuvieron un porcentaje de acierto del 58% en el primer cuarto. Hacia el final del cuarto, la entrada de un quinteto defensivo con jugadores como Royo o Puidet ayudaron a frenar la ofensiva alicantina pero no pudieron evitar cerrar los primeros diez minutos perdiendo por 19 a 20.
El segundo periodo tuvo un inicio mucho mejor para HLA Alicante, que anotó once puntos en tres minutos, situando la primera distancia del partido en seis puntos, lo que obligó a Paco García a pedir tiempo muerto y realizar unos cambios en el quinteto. Estos surtieron efecto y solo concedieron dos puntos en los siguientes tres minutos, aunque en ataque la sequia, con solo seis canastas y ningún triple en los segundos diez minutos, y las pérdidas, que fueron siete al descanso, continuaron y no fueron capaces de reducir la brecha. Hasta que en los instantes finales de la primera mitad, un dos mas uno de Kabasele, que sería el máximo anotador al descanso con 10 tantos, y una antideportiva en contra de Alicante, permitieron a los blanquivioletas rebajar la distancia a los tres puntos y irse a vestuarios con un marcador de 33 a 36.
Las dudas en ataque siguieron en los locales al principio de la segunda parte, algo que fue aprovechado por HLA Alicante para ponerse once puntos arriba, mostrando todo su poderío desde el triple, encestando 4 de ocho intentos durante el cuarto. Ninguno de los ajustes planteados por el técnico local funcionaron, ni el uso de Puidet como base, los quintetos con Kovacevic Y Schmidt juntos o la entrada de los jugadores defensivos. El cuadro castellano tocó fondo tras seis minutos y medios de cuarto, cuando se hundieron trece puntos abajo e hicieron a Paco García gastar otro tiempo muerto en busca de respuestas. Pero esto tampoco funcionó, finalizando el penúltimo cuarto quince abajo en el electrónico, con un tanteo de 45 a 60.
Los vallisoletanos comenzarían el último cuarto con la mas que complicada misión de remontar la gran distancia, y a pesar de lograr seis puntos rápidamente, los pucelanos se cargaron muy pronto de faltas, algo que, sumado al importante acierto de los alicantinos, evitó que la diferencia bajara de los doce puntos en todo momento. En los cinco minutos finales, y cuando más quemaba el balón, el Real Valladolid lanzó su última ofensiva y los estrepitosos porcentajes volvieron a aparecer, finiquitando por completo las posibilidades de lograr la épica. En el lado lucentino, sus constantes visitas a la línea de personal, ayudaron a ponerse hasta 17 puntos arriba. Al final del choque, los castellanos redujeron en dos puntos la brecha y cerraron la contienda perdiendo por 69 a 84.
El siguiente compromiso para las ardillas será el día 4 de febrero, cuando se medirán a Guuk Gipuzkoa Basket en el Donostia Arena.