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El Pucela muere en la orilla

Hasta aquí llegó la racha del Real Valladolid Baloncesto. Los de Paco García pagaron caro su terrible salida en la segunda mitad y el desacierto de cara al aro en varios momentos del duelo. Devin Schmidt volvió a comandar el ataque con 19 puntos, mientras que N`Guessan fue el mejor reboteando con once capturas y Puidet el máximo asistente con cinco pases de canasta.

El partido arrancó con los dos equipos muy desacertados en ataque, siendo incapaces de sumar más de dos canastas pasados los primeros cinco minutos, pero con mejores sensaciones defensivas en ambos bandos. Superado este mal inicio anotador, los locales pusieron una marcha mas de la mano de Devin Schmidt y obligaron al técnico melillense a parar el crono cuando su equipo se situaba cinco abajo a falta de dos minutos de cuarto. La pausa sería positiva para los azulones, que recortarían, cerrando el cuarto con un tanteo de 16 a 14, aun a favor de los locales.

El Real Valladolid comenzaría el segundo cuarto con Puidet siendo el parche en el uno. A pesar de no ser su posición, el estonio se desenvolvió a la perfección, asistiendo para sendos triples de Jaime Fernandez y Kovacevic, abriendo brecha hasta los ocho puntos y haciendo que Melilla gastara otro tiempo muerto con solo dos minutos de cuarto. En ese momento, las tornas cambiaron, con un Melilla que, con la batuta de Alvarado, encontró los espacios en la defensa vallisoletana, situándose a cuatro puntos y provocando que Paco García pidiera tiempo muerto. En los minutos siguientes, el ataque pucelano seguía bajo mínimos pesar de los diferentes ajustes, sucediéndose las pérdidas y la mala selección en el tiro. Esta situación fue aprovechada por Melilla, empatando el marcador a 33 antes del paso por vestuarios. Maj Kovacevic fue, con seis puntos, el máximo anotador local al descanso.

El tercer cuarto prolongó la sequia pucelana y sumado a tres triples consecutivos de los melillenses, los de Paco se encontraron de forma inesperada once puntos abajo, colapsando ante el gran acierto visitante. Tras el pésimo arranque, los locales sumaron alguna canasta pero los melillenses, con un extraordinario acierto exterior, siguieron viendo el aro como una piscina, ampliaron su renta hasta una máxima de 14 tantos. Finalmente, los locales recortaron ligeramente, afrontando el cuarto final con un resultado de 49 a 60.

Con el comienzo del último cuarto, el Real Valladolid sacó su espíritu de ganador y ofreció su mejor cara en ambos lados de la pista, acortando rápidamente la diferencia a cinco puntos, cuando quedaban más de siete minutos por disputar. Empujados por Pisuerga, los pupilos de Paco García no levantaron el pie del acelerador y, aunque cortaron la sangría de puntos rival, no pudieron materializar sus ataques, volviendo a estar nueve puntos abajo a falta de 3:40. Pero, gracias a dos triples locales, la brecha se quedó en solo tres puntos con más de 2 minutos y medio por jugar. Con todo por decidir, dos triples de los visitantes a falta de 40 segundos certificaron casi de forma definitiva la derrota castellana. Aun así, las ardillas vendieron cara su derrota y tuvieron un último tiro a la desesperada de Schmidt, que podría haber empatado la contienda, que finalmente terminó con un electrónico de 73 a 76.

El siguiente encuentro para las ardillas tendrá lugar el sábado día 30 a las 18:30 en el Polideportivo de Pumarín, donde se medirán al Oviedo Baloncesto.

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