Las aguas bajan revueltas por el Pisuerga. Los blanquivioletas encadenan dos derrotas seguidas por más de 30 puntos, dando una imagen que parece muy lejana a lo que se esperaba de la plantilla y, sobre todo, del entrenador, Lolo Encinas, que todas maneras, parece más cuestionado fuera que dentro del club. En este difícil contexto, un UEMC obligado a ganar encara ahora una serie de tres partidos en apenas siete días, empezando con la visita a Valladolid de Movistar Estudiantes.
El cuadro madrileño es toda una institución en el baloncesto nacional y aunque su lugar predilecto siempre ha sido la ACB, su estancia en la Primera FEB se está alargando más de lo esperado, cumpliendo con estas cuatro temporadas seguidas en la categoría de plata desde su descenso en 2021.
La necesidad de recuperar su sitio en Liga Endesa ha pasado factura a los del Ramiro todos estos años, fallando en los partidos cruciales por la promoción, como las dos derrotas que suman en finales de la Final Four, siendo especialmente traumática la del pasado curso, cuando fueron arrasados por Lleida en el WiZink.
Una campaña más, Estudiantes ha sido capaz de confeccionar uno de los planteles de más renombre en el campeonato, algo que se está notando en la clasificación, donde empatan por el puesto de ascenso directo acumulando 9 victorias seguidas. A pesar de tener que afrontar bajas delicadas como Dee, Larsen o Wintering, los colegiales volvieron a confiar en la dirección de Pedro Rivero desde el banquillo e hicieron para él una plantilla acorde a su estilo de juego.
Empezando por el “1”, el fichaje de Jayson Granger ha sido indiscutible el más ilusionante del mercado estival del Estu. El uruguayo vuelve a Madrid tras diez años para convertirse en el estandarte de los azulones gracias a su talento y experiencia. Hasta el momento, Granger está cumpliendo ampliamente las expectativas, sumando 16,3 puntos y 6,5 asistencias de media.
Siguiendo en la línea exterior, junto al renovado Francis Alonso, que seguirá siendo un año más referente en la anotación, ha llegado a Magariños el ex-Valladolid Devin Schmidt. Su talento para botar, anotar y dirigir le convirtieron en el jugador franquicia de los castellanos el pasado año. En este, su rol ya no asume tantas jugadas, pero sigue siendo fundamental como muestran sus 9,5 tantos de media.
Otro que ha llegado desde un equipo de la categoría ha sido el “Pato” Garino, que ha cambiado Fuenlabrada por Madrid en busca del ascenso. El alero argentino sigue siendo un seguro defensivo y su aportación al otro lado de la pista tampoco es nada desdeñable, sumando 10,3 puntos por partido.
En el apartado interior, Mihajlo Andrić y Juan Rubio aportan amenaza exterior y buena capacidad reboteadora y anotadora desde el “4”. En el puesto de pívot, la llegada de Dejan Kravic desde Zaragoza ha sido todo un puñetazo en la mesa por parte de Estudiantes, al firmar al que, probablemente, sea el mejor “5” de la liga.
Su entendimiento con Granger está permitiendo al serbio hincharse a puntos, encestando 11,6 puntos por encuentro, a los que suma 7,3 rebotes, lo que le convierte en uno de los mejores de la competición en este aspecto. Para viajar a Valladolid, Rivero podrá contar con todos sus hombres.
Lolo Encinas, el míster blanquivioleta, ha comentado lo siguiente sobre sus rivales: «Tiene un equipo hecho para ascender, muy largo con 12 tíos. Una clave es Jason Granger, que está jugando a un nivel top. Se ha visto líder del equipo, ha vuelto con energía y ganas para llevar al Estudiantes de vuelta y el físico de sus dos cincos es muy grande«.
Para esta jornada, Encinas recupera a Wilson tras casi dos meses y su única baja será la de Egekeze. El partido tendrá lugar este sábado a las 19:00 y se podrá seguir a través de LaLiga + y Movistar +
