El UEMC Real Valladolid Baloncesto, en una nueva demostración de carácter, saber competir y baloncesto de quilates, se impuso al ICG Força Lleida 83-90 y puso el 3-1 definitivo para superar la eliminatoria ante los ilerdenses. Los de Paco García firmaron un partido soberbio de principio a fin y Mike Torres remató con una exhibición anotadora en los últimos minutos que certificó un triunfo histórico.
Y es que la temporada de los blanquivioleta sigue escribiendo capítulos dorados en la historia del Club. El último, el rubricado en Lleida, superando a un gran equipo e imponiéndose en un auténtico fortín para colarse entre los cuatro equipos finalistas por un billete a la Liga ACB. De cuento.
Porque esta vez lo que bien empezó, bien terminó. Aunque no faltó el sudor ni la sangre para lograrlo, literalmente. Para sorpresa de nadie, con ritmo, muchísimo ritmo, comenzó el cuarto asalto en Lleida. Las espadas estaban por todo lo alto en la segunda ‘final’ para los locales y quedó claro desde que se lanzó la bola al aire. Solo que esta vez, en su segunda cita en terreno hostil, el UEMC Real Valladolid Baloncesto tomó el mando a las primeras de cambio. Y mejoró en los detalles que señalaba Paco García tras el envite del jueves.
ICG Força Lleida volvió a apostar por la presión a toda la pista, pero los blanquivioletas la superaron con solvencia una y otra vez. Ganando también la batalla en la pintura, con un Kevin Allen imperial en los primeros compases del partido, los castellanos se hicieron con las primeras ventajas (7-14). El norteamericano partía como titular y capitalizaba los primeros puntos, sacando petróleo de cada balón en la zona, y Melwin Pantzar hacía lo propio penetrando y una vez hacia el aro (8 puntos en el primer cuarto).
Atrás, cerrando bien el rebote, los de Paco García no permitieron segundas opciones y el acierto de ICG Força Lleida, casi infalible el jueves, no lo estuvo tanto en este cuarto asalto. Ciñéndose a ese plan de partido y poniéndolo en juego sobre la pista, el cuadro del Pisuerga comandó durante los primeros diez minutos y se apuntó el periodo (22-25). Quedaba un mundo, pero los primeros visos de mejora quedaban patentes.
Mantuvo el nivel el equipo castellano y resistió las acometidas de los locales, alentados por un ambiente irrespirable para las ardillas. Con firmeza y solidez aguantaron los de Paco García ante los ilerdenses, cada vez con más ritmo, aunque dos triples de Juani Marcos obligaron al técnico pucelano a pedir tiempo muerto y llamar a filas a los suyos (34-31).
Cayó otro triple para poner la máxima favorable al equipo burdeos (37-31), pero la reacción del UEMC RVB fue instantánea. Paco García puso sobre el parqué a sus dos bases, Pantzar y Torres, y estos respondieron de forma inmediata. Un triple del sueco y otro del hispano-dominicano sirvieron para apagar el fuego y dar la vuelta al marcador antes del descanso (44-47). Un gran estirón con los puntos de los dos directores, 14 y 9 en la primera parte, respectivamente, permitía respirar en el infierno.
Rozando la épica
Además de las sensaciones, los números también ratificaban el buen hacer de los pucelanos. Menos pérdidas (4-3), más rebotes (15-16) y buenos porcentajes de tiro (54.5% de dos, 45.5% en triples y 100% en tiros libres) para cumplir con la única hoja de ruta válida para asaltar el Espai Fruita Barris Nord. Pero quedaban 20 minutazos en los que mantener el listón tan alto.
Y el guion se reanudó de la peor manera posible. Los de Gerard Encuentra golpearon con tres triples consecutivos sin fallo, pero el UEMC Real Valladolid Baloncesto no se descompuso. La ventaja voló tras los tres balazos, pero el ritmo anotador de los vallisoletanos evitó que la sangría fuera más importante (56-52), aunque la inercia ya había cambiado. ICG Força Lleida, más agresivo, colapsó la pintura y metió en bonus a las ardillas, sufriendo ahora para sumar puntos para defender sin faltas (59-52).
Pero aguantó y volvió a resistir el cuadro de Paco García, que algo sabe de agarrarse a los partidos con uñas y dientes. Y escampó. Los visitantes ajustaron y frenaron todas las vías de anotación locales y demostraron que también saben meterla desde el perímetro: Kovacevic, Pantzar y Kovacevic de nuevo, pusieron la igualada anotando triple tras triples, lo que sirvió para encarar los últimos diez minutos gobernando el partido (65-67).
Así, con todo por decidir y el Espai Fruita Barris Nord en plena ebullición, por decir algo suave, la tensión fue en aumento. Y los visitantes sumaron un nuevo problema. Lucas N’Guessan, sancionado con dos faltas consecutivas, acabó en el banquillo con cuatro personales y el UEMC Real Valladolid Baloncesto perdía una torre. Tocaba sacarle valor a las otras piezas y volver a capear el temporal en el mismo infierno.
Fueron los ‘pequeños’ quienes tomaron el mando. Pantzar y Torres, Torres y Pantzar, dirigieron y ejecutaron a la perfección para defender el botín tiro libre a tiro libre (72-75). Y meter a los de Gerard Encuentra en bonus con más de cuatro minutos restantes. Cada falta ahora significaba acudir a la línea de personal y el acierto desde la personal se antojaba vital para desnivelar la balanza, más aún cuando las ardillas también sumaron su cuarta de equipo (74-78).
Por delante, tocaba jugar con la ansiedad local y tener la sangre fría para no perdonar tiros libres. Dicho y hecho. Los de Paco García tenían la oportunidad en su mano, sabían que iba a llegar, como llegó el jueves, pero faltaba cerrar la mano. Y no le tembló el pulso a un equipo que tiene carácter para dar y tomar y que lideró Mike Torres, el héroe de la noche.
En el momento clave del envite, el hispano-dominicano cogió el mazo de Manel Comas y golpeó, golpeó y volvió a golpear hasta mandar a la lona al ICG Força Lleida. El ‘3’ del UEMC Real Valladolid Baloncesto anotó en varias posesiones consecutivas y de todos los colores para sumir a los ilerdenses en una precipitación que los visitantes remataron con una defensa imperial. En varias ocasiones se estrellaron los de Gerard Encuentra contra el muro castellano hasta que llegó lo que se veía venir durante los últimos dos minutos: el triunfo decisivo de las ardillas, que dieron una lección en los momentos críticos del partido.
83-90 fue el triunfo que pone el 3-1 en la serie y mete al equipo de Paco García en la Final Four por el ascenso, donde se cruzará con el Zunder Palencia el próximo sábado 17 de junio con sede aún por definir.
Ficha técnica:
(83) ICG Força Lleida: Juani Marcos (17), Álex Urtasun (4), Miguel González (8), Rubén López de la Torre (2), Vasilije Vucetic (10) -quinteto inicial-. También jugaron: Diogo Brito (7), Rafael Villar (0), David Cuéllar (1), Jaume Lobo (19), Amadou Sidibe (6), Marko Bakovic (9) y Biram Faye (0).
(90) UEMC Real Valladolid Baloncesto: Melwin Pantzar (18), Jaan Puidet (5), Maj Kovacevic (16), Sergio de la Fuente (7), Kevin Allen (9), -quinteto inicial-. También jugaron: Greg Gantt (3), Mike Torres (21), Lucas N’Guessan (5), Juan García-Abril (-), Álex Mazaira (0) y Jordy Kuiper (6) y Romaric Belemene (-).
Parciales: 22-25, 22-22, 21-20 y 18-23.
Árbitros: De Lucas de Lucas, Rial Barreiro y Ávila Zurita.
Incidencias: Partido correspondiente al cuarto encuentro de la serie de playoffs de ascenso de la Liga LEB Oro, disputado en el Espai Fruita Barris Nord el sábado 3 de junio de 2023 ante cerca de 4000 espectadores.