Tras la dolorosa derrota en los últimos instantes en San Sebastián, el Real Valladolid Baloncesto ha tenido que afrontar una difícil semana en lo extradeportivo. Primero, se confirmaron los peores presagios con la lesión de Iñigo Royo, el vasco sufre una lesión en la cabeza del peroné y tiene afectados los ligamentos de su pie izquierdo y la cúpula del astrágalo, lo que le mantendrá alejado de las pistas todo lo que resta de temporada.
Después, se anunció la marcha de Sergi Costa a través de una rescisión de mutuo acuerdo. El catalán nunca llegó a encajar en los esquemas de Paco y el club opto por su salida aprovechando la recuperación completa de Mike Torres, cediendo así el lugar de segundo base al lituano Zigmantavicius. A pesar de todo esto, las ardillas tratarán de reconducir el rumbo y vencer en Pisuerga a un equipo que también se encuentra en mala dinámica; el Cáceres Ciudad de Baloncesto.
Los cacereños se encuentran penúltimos y en puestos de descenso. La peligrosa situación de los extremeños obligó al club a tomar una drástica decisión durante el parón por la Copa Princesa: la destitución de Roberto Blanco tras 5 años al mando del Cáceres. Para tratar de revertir los malos resultados, se ha confiado en la experiencia de Arturo Álvarez, que ya debutó con derrota ante HLA Alicante la pasada jornada.
Lo cierto es que el Cáceres está siendo uno de los peores equipos de la categoría, situándose como el segundo conjunto que más puntos encaja y el cuarto que menos encesta, con unos promedios de 84 y 73,8 respectivamente. Además, las lesiones de Juanjo Santana, cubierta de gran forma por Ashley Hamilton, y de Pablo Sánchez han mermado a una plantilla a la que le ha costado encontrar un referente durante todo el año.
A pesar de esto, Cáceres cuenta con una serie de jugadores que pueden causar problemas al Real Valladolid Baloncesto, empezando con el que fue ídolo durante sus cuatro años en el cuadro castellano, Greg Gantt. El escolta está cuajando su mejor temporada en cuanto a la anotación, liderando a su equipo y promediando 12,1 puntos y, a pesar de un pequeño bajón en los últimos encuentros, Gantt será todo un peligro desde el triple.
Como director de juego, se encuentra a los mandos Atencia, que con sus 10,7 puntos y 3,8 asistencias es el encargado de producir desde el 1. Aun así, donde más calidad acumula el cuadro cacereño es en su juego interior. A parte del ya mencionado buen hacer de Ashley Hamilton, que en sus seis partidos esta promediado 11 puntos, le acompaña en el “4” Emil Raitanen y sus más de 9 tantos y 4 asistencias, con capacidad de abrirse para tirar desde lejos. Finalmente, los dos pívots, Cepukaitis y Dikembe, aportarán muchos centímetros y físico en la pintura, firmando casi 11 rebotes por encuentro entre los dos interiores. Además de las lesiones de Santana y Sánchez, Gael Bonilla será duda hasta mañana.
Por el lado blanquivioleta, los pupilos de Paco tampoco fueron capaces de vencer a domicilio a pesar de cuajar un gran partido durante bastantes minutos, donde un parcial de 18 a 0 en el tercer cuarto fue determinante. Ahora, de vuelta a casa y frente a un rival inferior sobre el papel, el UEMC ha de vencer si no quiere salir de los puestos de play-off y seguir cayendo en la tabla clasificatoria.
El gran atractivo del duelo será el retorno al parqué de Mike Torres después de estar casi dos meses de baja a causa de una fractura de estrés en la cabeza del segundo metatarsiano del pie derecho. Los vallisoletanos recuperarán también a Jaime Fernandéz, ya recuperado de la pubalgia que arrastraba las dos últimas jornadas, por lo que no contarán con jugadores lesionados esta jornada, a excepción del ya nombrado Iñigo Royo.
El partido tendrá lugar este sábado a las 19:00 en el Polideportivo Pisuerga y se podrá seguir a través de LaLiga +.
