Ponce Valladolid visita este sábado (18:15) la cancha de GEIEG Pacisa en Girona. Con siete jornadas por delante, cada partido es una final en una lucha contrarreloj por acercarse a los puestos que marcan la permanencia. Tres son las victorias que le distancian, antes de medirse a varios rivales que se encuentran por encima de la clasificación.
Con cinco victorias, y a tres de la permanencia, este año la salvación estará más cara que nunca en la Liga Femenina 2. El curso pasado fueron necesarios siete triunfos, y todo apunta que esta temporada serán nueve o diez las victorias que necesitará el primer equipo que marque la continuidad en la Liga Femenina 2.
La igualdad en la parte baja de la tabla y la zona noble, han hecho que cada semana se estén dando resultados que no han favorecido nada a los intereses vallisoletanos. Tras el último triunfo frente al colista, la distancia sigue siendo la misma, de tres partidos a favor de los siguientes equipos en la clasificación.
Por ello mismo, Ponce no solo tendrá que ganar los duelos directos frente a Adba, Ibaizabal y Mondragón; también tendrá que ‘robarle’ victorias a los equipos de la media y alta tabla. No serán suficientes ocho victorias, por lo que la temporada ha entrado ya en una fase en la que cada partido será una final, empezando por el de este sábado.
Enfrente estará GEIEG, equipo catalán que ha vivido en la zona alta de la clasificación toda la temporada. Sin embargo, en las últimas semanas se ha visto apeado de los cuatro primeros puestos que dan acceso a la fase de ascenso. Además, acumula cuatro derrotas consecutivas en casa, la última de ellas frente a Boet Mataró.
Un partido que se presenta como una oportunidad para aprovechar esa debilidad local que ha mostrado el equipo catalán en las últimas semanas, y como una de esas opciones para sumar un triunfo más y recortar la distancia a dos victorias antes de los enfrentamientos directos que tendrá el equipo de Chuchi Fernández en las próximas jornadas.