Ayer por la tarde, el UEMC Real Valladolid sorprendía a propios y extraños cuando, sobre las 18:30, comunicaba mediante un post en su página web el cese del entrenador, Iñaki Martín, tras solo 16 partidos al mando de las ardillas y, para más desconcierto, faltando solo tres jornadas para el final de la temporada, en los que los pucelanos están obligados a ganar si quieren perder la categoría. Ante el estupor general, el presidente Lorenzo Alonso ha acudido a sala de prensa para dar a conocer los principales motivos de la salida del técnico vasco.
Alonso ha querido agradecer el trabajo de Martín en sus cuatro meses en el cargo y desear suerte al nuevo cuerpo técnico, formado por Alejandro Paniagua y Álvaro Díaz: «Si conseguimos salvarnos, hay que agradecer el trabajo de Iñaki y también el de los ayudantes Alejandro y Álvaro. Estaba claro que necesitábamos un cambio, y aunque el problema no sea el entrenador, sino el equipo, es lo más sencillo de cambiar. Confiamos en dos personas que llevan en el club muchos años, y somos conscientes de que les dejamos un marrón».
Sobre la sorpresiva noticia de la salida de Martín: «La destitución es algo puramente deportivo, no tienen nada que ver las ruedas de prensa. Hemos visto a un club a la deriva y era evidente que necesitábamos un cambio. Se podría haber planteado la destitución tras el partido de Cantabria, pero ahí vimos a un equipo sólido y posteriormente en los entrenamientos, en los partidos y en el ambiente era evidente que algo no funcionaba. Somos conscientes de que esto desestabiliza la plantilla pero analizando todos los factores creemos que es lo mejor. Iñaki es un hombre de club y, aunque no comparte la decisión, la ha respetado y le agradecemos enormemente su trabajo y esas seis victorias que ha logrado».
Con respecto a la responsabilidad de la directiva y sus supuestos cambios internos, Alonso ha dicho que «la directiva sigue formada por las mismas cinco personas de siempre, Hansen es el presidente de honor y, aunque no forme parte de la directiva, siempre agradecemos su ayuda. Cuando estamos en esta situación, es que las cosas no se han hecho bien, cuando acabe la temporada, habrá que sentarse y ver que cosas no se han hecho bien para asumir consecuencias».
En cuanto ha como ha afectado la decisión en la plantilla: «Hemos hablado con la plantilla varias veces al año, tenemos jugadores muy implicados en la situación y otros que, tal vez, no se dejan la piel en la pista». Finalmente, Alonso ha mandado un mensaje a la afición: «A la afición hay que pedirle que vengan en masa mañana, pero no es fácil después del partido de Oviedo. Si la imagen del equipo hubiera sido diferente y hubiéramos salvado la categoría, Iñaki habría sido el entrenador el año que viene seguramente».