Hacía falta una alegría en Pisuerga y no ha podido llegar de la mejor manera: en el derbi ante Palencia y para romper una racha de cinco derrotas seguidas. Los muchachos de Iñaki Martín «bajaron al barro» y, tras mantener el pulso todo el partido, se llevaron el triunfo en un último cuarto donde su excelente defensa y su gran acierto fue suficiente para tumbar a los palentinos y no despegarse en la lucha por la salvación. En el apartado estadístico, el máximo anotador local fue Mike Torres con 16 puntos, mientras que Sans lideró en asistencias con seis y Wilson fue el mejor en el rebote con ocho capturas.
El quinteto inicial elegido por Iñaki Martín era el siguiente: Mike Torres partía como base, Maj Kovacevic era su acompañante en el «2», Samkelo Cele debutaba en el puesto de alero y Wilson y Vucetic cerraban la pintura local como ala-pívot y pívot respectivamente. El «33» blanquivioleta sería el encargado de abrir el duelo con cinco puntos seguidos, contestados de inmediato con seis tantos palentinos.
Krutwig siguió haciendo daño en la pintura pucelana, mientras que Samkelo se estrenaba con un 2+1 para igualar a ocho el partido. Tobias Borg, con dos triples, daría a Palencia su primera ventaja de más de una canasta de diferencia. El choque no podía haber tenido un comienzo más eléctrico y Cele y Wilson respondían con puntos las acometidas visitantes. Con los cambios, ambos equipos no rebajaron sus ofensivas y el toma y daca era la tónica de cada ataque. En los minutos finales, Valladolid pudo recuperar el liderato en el marcador y cerrar el cuarto con un triplazo de 8 metros de Kovacevic para poner el 26-22.
El segundo periodo se abrió como terminó el primero, con un Real Valladolid excelso desde el 6,75 y ampliando su renta a los siete puntos. Palencia no se quebró y comandados por Kunkel acortaron diferencias desde la personal. En la siguiente jugada, Vaulet se colgaba del aro para lograr el sorpaso e Iñaki Martín solicitó el primer tiempo muerto del partido.
A la salida del TM, Demers sumaba un nuevo triple, pero Palencia doblaba la apuesta y con tres cestas del mismo valor, situaba el +7 a su favor. Los de Pisuerga asimilaron el golpe y, en apenas tres jugadas, se ponían a uno, haciendo que Luis Guil fuera ahora el que paraba el crono. Las ardillas estaban con la flecha para arriba y, tras un apabullante tapón de Wilson, Kovacevic devolvía el mando a los suyos desde el perímetro.
El partido era una verdadera batalla y, con ambos equipos en bonus, Palencia recuperó su ventaja, la cual no pasaba de los tres tantos. Sans jugó para empatar en la última del cuarto, pero recibió el gorro de un gran Krutwig, que se marcharía a vestuarios con su equipo venciendo por 48-51. En los locales, Maj Kovacevic y sus 10 puntos le servían para coronarse como máximo anotador al descanso.
Ya en la segunda mitad, Palencia sería el primero en golpear después de varios fallos pucelanos, que se cortaron tras dos canastas de Puidet y Vucetic. No obstante, la pólvora local parecía mojarse y Palencia aprovechó para ponerse con siete de ventaja. Torres recortaba con una bandeja, pero Krutwig se mantenía imparable y con otros dos puntos, colocaba el +7 y mandaba el choque a un nuevo tiempo muerto cuando se cumplían los seis minutos de cuarto. Los vallisoletanos aclararon sus ideas, mientras que Kovacevic y Torres recortaban hasta el 61-63.
Aunque los de Martín y Pisuerga apretaban y la anotación ya no alcanzaba las cuotas de la primera, Palencia aguantó las embestidas y aprovechó las pérdidas locales para mantenerse arriba en el electrónico. La última bola fue visitante, pero Mballa se vistió de estrella y, tras un tapón, concluyó el cuarto con un triple desde mitad de cancha que apretaba aún más el resultado de cara a los últimos diez minutos, que empezarían con un tanteo de 68-70.
El cuarto periodo parecía destinado a dictar sentencia en el derbi y, al igual que en la salida del descanso, serían los de azul los primeros en lograr puntos con un 2+1 de Hernández, respondido en la siguiente jugada con un gran tiro de tres de Demers. Al igual que le ha ocurrido en anteriores jornadas, los vallisoletanos volvieron a cometer pérdidas y errores no forzados en los momentos decisivos del encuentro, perdiendo varias oportunidades de empatar al principio del cuarto.
Al otro lado del parqué, los palentinos no fallaban y con un enorme Hernández sumaban puntos vitales que, sin embargo, no podrían evitar que el Pucela igualara el partido en un nuevo arreón comandado por Mballa. Las ardillas tenían el viento de cara y Sans ponía Pisuerga patas arriba con un nuevo triple para cerrar un parcial de 9-0 y obligar a Palencia a usar un tiempo muerto a falta de 5:33. La contienda encaraba sus cinco últimos minutos y Manchón ponía el +3 a falta de tres minutos.
El palentino estaba espléndido y en la siguiente jugada robó una bola que valía oro y que Torres remató en bandeja. A continuación, los dos fallos de Vaulet desde la personal ponían el derbi a tiro para el UEMC y Mike Torres lo acercaba aún más con dos libres. Otra pérdida palentina acabaría con casi todas sus opciones tras una bandeja del MVP de la tarde, Dani Manchón. Después de otro tiempo muerto visitante, Wilson le pondría el lazo a un encuentro que, aunque Palencia no dejó de pelear, se quedó en Pisuerga por 92-83.
FICHA TÉCNICA
(92) UEMC Real Valladolid: Torres (18), Kovacevic (14), Cele (7), Wilson (13), Vucetic (4), García-Abril (0), Puidet (5), Manchón (8), Demers (10), Sans (3), De la Fuente (0), Mballa (12)
(83) Súper Agropal Palencia: Oroz (0), Borg (15), Hernández (14), Vaulet (18), Krutwig (11), Winterig (5), Kunkel (18), Rodríguez (0), González (2)
Parciales: 26-22, 48-51, 68-70, 92-83
Árbitros: Paula Lema Parga, Rodrigo Garvin Domingo, José Carlos Sierra Carrillo.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 23 de la Primera FEB en el Polideportivo Pisuerga
