El Fundación Aliados mantuvo sus tradiciones y este lunes volvió a celebrar el partidillo entre integrantes de la plantilla morada, autoridades, clubes, asociaciones y medios de comunicación para conmemorar el Día de las Personas con Discapacidad -3 de diciembre-, en el que el buen ambiente, la diversión, la competitividad y la deportividad, volvieron a reinar entre los asistentes.
Así, los jugadores Jonatan Soria, José Luis Robles, Jelmer Van Brunschot, Amirreza Ahmadi, Maor Lasri, Matías Méndez, Adrián Pérez y Franco Alessandrini, se mezclaron con “nuevos compañeros” en esta cita, como la concejala de Deportes, Mayte Martínez; el concejal de Hacienda, Francisco Blanco; la concejala de Juventud, Carolina del Bosque; el de Medio Ambiente, Alejandro García Pellitero -uno de los habituales y fiel seguidor del equipo en sus partidos en casa-; el presidente del Atlético Valladolid, Mario Arranz; su homólogo en el Aula Cultural, Cayetano Cifuentes; la directora general de la Mujer, María Victoria Moreno o la gerente de Servicios Sociales, Esperanza Vázquez. Aunque estaba confirmada la presencia del alcalde, Jesús Julio Carnero, y la del presidente de la Diputación, Conrado Íscar, finalmente no pudieron acudir, pero sí lo hicieron el director general de Deportes, Enrique Sánchez-Guijo, o el director de la 8 Valladolid, Florencio Carrera, entre otros amigos.
La gran mayoría se animó a participar en el partido y todos pudieron comprobar, en primera persona, la dificultad que entraña jugar a baloncesto en silla de ruedas y el mérito que tiene competir al más alto nivel, ya que exige muchas cualidades, como la movilidad con la silla, la capacidad de anotación, la intensidad defensiva o el control de los tiempos de juego. En este caso, los jugadores se acoplaron a la inexperiencia de los presentes y les apoyaron en su intento por convertirse, durante unos minutos, en integrantes de un equipo de baloncesto adaptado.
Se enfrentaron dos escuadras: la morada, dirigida por Sofía García -preparadora física del Fundación Aliados- y la blanca -que llevó el presidente del BSR Valladolid, José Antonio de Castro- y el choque -dirigido por un exigente Adrián González- finalizó con un 12-19 favorable a la primera, aunque el resultado no era lo importante, sino seguir aportando otro granito más de arena para mejorar la sociedad y hacerla más integradora y solidaria y con menos limitaciones y una mayor igualdad.