El Fundación Aliados ha hecho podio en la Eurocup 2, tras imponerse, en el partido por el tercer y cuarto puesto, al Porto Torres italiano, con un gran trabajo coral que permitió a los vallisoletanos controlar el juego desde el primer minuto ya que, en este caso, además, fueron capaces de mantener la regularidad hasta el final.
Se lo merecían, y mucho, los pupilos de José Antonio de Castro, que han trabajado de manera ejemplar durante todo el campeonato y que, por pequeños detalles, no pudieron alcanzar la final. Pero su actitud y su aptitud quedaron patentes en este último compromiso, en el que echaron el resto para terminar con un gran sabor de boca.
De hecho, probablemente este partido haya sido el mejor del torneo, porque han podido desplegar un baloncesto bonito, rápido, con asistencias, efectivos lanzamientos, buena defensa y, sobre todo, continuidad, lo que les había faltado hasta el momento, y que les impidió llegar más lejos.
Querían sacarse esa espina clavada y, ante el cuadro italiano, el Fundación Aliados aprovechó todas sus armas, con diferentes rotaciones y esquemas, y con esa regularidad tan importante para poder rematar el trabajo, a la que contribuyó toda la plantilla. De hecho, aunque es cierto que en el tercer cuarto se produjo un pequeño bajón en la escuadra morada, en el último dio el arreón final, con un parcial de 5-26 que dejaría el marcador en el definitivo 51-76.
Adrián Pérez, con sus 24 puntos, junto a Paco García Quiles y Bea Zudaire, con 12, resultaron determinantes en el plano ofensivo, pero todos fueron protagonistas y aportaron su granito de arena para lograr esa tercera plaza de la Eurocup 2 ante un rival, el Porto Torres, con el que habían perdido en la fase de grupos, más por demérito del cuadro morado que por mérito de los transalpinos.