El Recoletas Atlético Valladolid afronta este fin de semana un nuevo desafío para mejorar en su inicio de temporada. Tras el valioso empate en Torrelavega, los gladiadores azules regresan a Huerta del Rey con la ilusión de mantener su imbatibilidad como locales frente a un rival que históricamente siempre compite a gran nivel en Valladolid.
El conjunto vallisoletano llega a la cita instalado en la quinta posición de la Liga Nexus Energía Asobal, con 5 puntos de 8 posibles, y un rendimiento en casa de dos victorias ante Huesca y Guadalajara.
El técnico David Pisonero subrayó la necesidad de mantener la intensidad emocional del grupo tras el empate en Cantabria: «Nos fuimos con cierta decepción, pero quiero que lo veamos como un aliciente. Hay que celebrar los buenos resultados y seguir en esta línea positiva», señaló el entrenador vallisoletano.
El Recoletas no podrá contar con Rares Fodorean, operado de una fractura en la mano izquierda y que será baja durante todo el mes de octubre. Su ausencia obligará a reajustar la defensa, aunque Pisonero se mostró confiado en la respuesta del bloque: «Nos obliga a variar rotaciones, pero tenemos recursos para cubrir esa baja. El equipo está preparado para competir ante cualquiera», apuntó.
El encuentro también tendrá un componente emotivo: los hermanos Álvaro y Miguel Martínez regresan a Huerta del Rey por primera vez como visitantes, tras ocho temporadas defendiendo la camiseta del Recoletas. El pivote Álvaro se ha convertido en el máximo goleador del conjunto riojano con 17 tantos en cuatro partidos, mientras que Miguel suma 9 dianas desde el lateral derecho.
Por su parte, el Dicorpebal Logroño La Rioja llega octavo en la tabla con 4 puntos, aún sin puntuar fuera de casa, aunque con victorias como local ante Alicante y Guadalajara. Los precedentes entre ambos equipos en Valladolid reflejan una igualdad máxima: tres triunfos para cada uno y dos empates en ocho enfrentamientos, incluido el vibrante 40-40 de la pasada campaña.
Pisonero, consciente del nivel del rival, advierte del reto que supone medirse a un bloque en crecimiento: «Logroño es un equipo de un nivel superior a lo que hemos visto hasta ahora en casa. Juegan un balonmano rápido, directo y con mucha intensidad defensiva. El partido se nos antoja tan bonito como complicado».
