Esta mañana saltaba la noticia con los dos comunicados de Amanze Egekeze y Shemar Wilson, donde denunciaban públicamente situaciones de trato vejatorio, presiones médicas, impagos y comentarios racistas dentro del club. Bien, el Real Valladolid Baloncesto ha lanzado su propio comunicado y reacciona con firmeza ante las «graves calumnias e injurias vertidas».
«El club ha puesto estas acusaciones en manos de sus servicios jurídicos para que tomen las acciones legales oportunas», ha comunicado de forma oficial la entidad vallisoletana. El viernes se hizo oficial la salida de Pepe Catalina, director deportivo durante ocho temporadas.
Lo que parecía una despedida tranquila, se convirtió horas después en un escándalo sin precedentes. Egekeze fue el primero en estallar: «Durante siete meses me callé porque era un profesional, pero al ver cómo el club seguía mintiendo sobre mí, tenía que hablar», escribió el ala-pívot en X.
El jugador acusó a Catalina de forzarle a jugar lesionado, presionar al cuerpo médico y humillarle públicamente. Pero lo más grave fue la afirmación de que el entonces director deportivo habría agredido físicamente a un compañero tras una derrota.
El domingo por la mañana, el pívot Shemar Wilson reforzaba la versión de su excompañero, denunciando impagos, condiciones precarias de alojamiento, amenazas verbales e incluso actitudes racistas por parte de Catalina: «Me dijo que hablaba como un matón de las calles de EE. UU.», denunció Wilson, quien también aseguró que el club aún le adeuda parte de su salario.
El club niega los hechos y prepara su defensa
En una nota de prensa enviada a los medios, el Real Valladolid Baloncesto califica las declaraciones de ambos jugadores como «calumnias e injurias», y anuncia que se reserva el derecho de acudir a los tribunales «para el ejercicio de sus derechos y defensa de sus intereses». La entidad busca con esta medida «clarificar estas mentiras y disipar cualquier sombra de duda sobre la honorabilidad del club».